Los primeros años de vida bebés y niños desarrollan su inteligencia, personalidad y habilidades particulares a través del juego. La información sensorial del entorno, de su cuerpo, de personas y objetos le enseñan y permiten descubrir las características, posibilidades y cualidades de todo aquello que les rodea.
La integración sensorial o procesamiento sensorial (PS) es el proceso neurológico a través del cual el sistema nervioso central (SNC) organiza información (sensorial, motora y cognitiva). El niño recibe ésta información en forma de sensaciones al tocar, mirar, sentir que le besan o percibir que su cuerpo esta en el aire. Su cerebro integra estas sensaciones que en el futuro le servirán para aprender, percibir y comportarse de forma única.
Cuando el niño tiene dificultades para utilizar la información adquirida, de forma organizada y madura, pueden verse afectadas todas las áreas del desarrollo. Utilizar el enfoque de la integración sensorial junto a otros enfoques terapéuticos permite conocer como funciona su SNC y determinar la intervención más adecuada.